TERAPIA CRANEOSACRAL - MÁS ALLÁ DEL CONTACTO

04.04.2020 20:27

Terapia Craneosacral, más allá del contacto 

Comienzo estas líneas - quizás muchas para estos tiempos virtuales, realmente pocas para intentar explicar algo como el trabajo Craneosacral a distancia -  en un estado de completa Paz, serenidad y armonía.
Lo que sigue es una breve aproximación o explicación simplificada de cómo se puede trabajar la terapia Craneosacral a distancia. No pretendo con ello generar disputas, creo que esta sociedad ya tiene más de la cuenta, si no dar otro punto de vista y abrir consciencia. Siempre desde el corazón y sin intentar convencer a nadie de nada, con el máximo respeto a otros modos de ver las cosas; cada lector sentirá si le resuena o le rechina. 

Aunque la terapia Craneosacral no tiene muchos años; ya que fue por el año 1900 cuando el Dr. William G. Sutherland empezó a investigar sobre el movimiento de los huesos del cráneo; está terapia ha evolucionado mucho y muy rápido, gracias al cambio consciencial de los seres humanos. En un principio esta terapia solo se encargaba de las disfunciones del cráneo, pero gracias a otros investigadores más recientes, como el Dr. Upledger entre otros,  se ha descubierto que con esta terapia se puede tratar con éxito cualquier disfunción del cuerpo humano. El líquido encefaloraquídeo y el líquido intersticial, están conectados a través de todo el entramado fascial, y es gracias ha esto y a la sensibilidad del terapeuta, lo que permite escuchar el cuerpo del paciente y tratarlo.
Pero se ha dado un paso más en la terapia Craneosacral y se ha descubierto que las vivencias de todo ser humano deja una memoria en el cuerpo y que en ocasiones esta, puede enquistarse en ciertas partes del cuerpo. Localizar estos quistes somatoemocionales, que no dejan de ser quistes energéticos y trabajar junto con el paciente en ellos, se denominó dentro de la terapia Craneosacral, terapia somatoemocional. 
Si algo caracteriza a la terapia Craneosacral es la suavidad con la que el terapeuta aborda el cuerpo del paciente, siempre con una presión mínima de unos 5 gramos aproximadamente y lo respetuosa que es con el cuerpo ya que casi siempre se va a favor de la lesión y no en contra como en casi todas las terapias. En muchas ocasiones el terapeuta no llega ni siquiera a tocar al paciente, para localizar ciertas disfunciones o quistes energéticos somatoemocionales, si no que lo hace a cierta distancia, esto es debido a que el cuerpo energético del ser humano se extiende fuera del cuerpo físico por varios metros de este.
Dando un paso más en la evolución de la terapia Craneosacral y si comprendemos que todos los seres humanos somos emisores receptores de información y que nos podemos comunicar entre nosotros de otras maneras más sutiles, gracias a ese líquido encefaloraquide, la glándula pineal, los campos energéticos, entre otros, no nos tiene que extrañar, o si, que un terapeuta pueda trabajar a distancia con otra persona como si estuviera en su consulta. 
Eso si hay que mirar con ojos nuevos para poder entender desde nuestra mente abstracta este concepto, y la experimentación es la mejor manera de cambiar nuestra visión de la terapia Craneosacral.
Para poder realizar este tipo de trabajo es imprescindible tener un equilibrio entre el Ser y el saber, para poder conectar con otra persona a distancia, nosotros utilizamos la facilitación  pulso de campo,, pero de nada sirve si no se tiene un profundo conocimiento de la terapia Craneosacral y la anatomía, tanto la convencional como la energética.
Se puede estar en el Ser y conectar con otra o varias personas a la vez, pero si no conocemos la terapia Craneosacral no podremos realizarla a distancia, podremos hacer otras cosas que seguro que son positivas, pero no terapia Craneosacral. Del mismo modo podemos tener un gran conocimiento de la terapia Craneosacral, pero si no somos capaces de conectar con otra persona a distancia, no podremos realizarla.

Ver con ojos nuevos es la clave para empezar en este maravilló mundo y poder ayudar a muchas personas aunque estén en la distancia. Recordando que somos meros acompañantes o colaboradores en el proceso de la otra persona y que estemos en consulta presencial o a distancia, nunca somos nosotros los que solucionamos nada, sino que es el propio paciente el que se regula, cuando su consciencia está madura para ello; por lo que testificar lo sucedido sin juicio es imprescindible para que cualquier disfunción, sea física, mental, emocional o espiritual, sea sanada. 


COSULTAS

Alejandro Cuervo