El sistema craneosacro se caracteriza por un movimiento rítmico que se mantiene de por vida, es el primero que aparece en el feto en gestación y el último que desaparece tras la desencarnación de la persona.  La literatura clásica habla de que el ritmo craneosacro normal en el ser humano está comprendido entre 6 y 12 ciclos por minuto y si se sale de esa frecuencia estándar tanto por arriba como por abajo es patológico. Así mismo el sistema fascial humano está en constante movimiento en correspondencia con dicho sistema craneosacro, si bien no se sabe los motivos exactos.

Mientras los expertos todavía se cuestionan el origen el sistema craneosacro, este se conoce desde la década de 1900 cuando el Dr. William G. Sutherland empezó a investigar el movimiento de los huesos del cráneo.

Hasta la fecha todas las hipótesis del funcionamiento de este sistema se centran en la parte física del mismo, pero la experiencia en trabajo con pacientes tanto con la Terapia Craneosacral como con la Facilitación de Pulso de Campo nos hace plantear otra hipótesis no física.

El ser humano es como un aparato receptor trasmisor y su antena para dicha trasmisión y recepción es el ritmo craneosacro, dicho de otro modo el ritmo craneosacro es nuestro enlace directo con nuestro Ser Superior. Cuanto menor es el ritmo craneosacro mayor es la capacidad de comunicación o de interactuación con nuestro Yo original. Cuando se realiza la terapia Craneosacral se restablece el ritmo natural del individuo, este ritmo está directamente relacionado con su grado consciencial, a mayor grado consciencial menor es el ritmo craneosacro. Sin embargo en las sesiones de Facilitación de Pulso de campo al interactuar con el potencial puro, el ritmo craneosacro se ralentiza llegando hasta los 3 ciclos por minuto; es en estos momentos cuando las personas que reciben la facilitación tiene movimentos involuntarios o incluso  estados alterados de conciencia, muchas veces son conscientes después de la sesión y otras no. Este ritmo craneosacro se mantiene por un periodo que varía en función de cada individuo, volviendo posteriormente a su ritmo normal, y solo se modificara cuando hay cambio consciencial de la persona.

Desde una perspectiva Holística sabemos que cada individuo es parte de un todo y que todos somos uno, que la información está disponible en el campo y que nuestro cuerpo responde a dicha información. También sabemos que dicha información es accesible empleando las técnicas adecuadas. Ahora planteamos la idea de que nuestro Yo original está en constante comunicación y que esa comunicación entra en nuestro cuerpo físico a través del líquido encefalorraquideo y es el ritmo craneosacro el que modula dicha comunicación.

Ahora planteamos la idea de que nuestro Yo original está en constante comunicación y que esa comunicación entra en nuestro cuerpo físico a través del líquido encefalorraquideo y es el ritmo craneosacro el que modula dicha comunicación.

Alejandro Cuervo

Osteopata D.O.

Falicitador de Pulso de Campo